El MERCADO soy yo — Parte 3
Por Tomás CharlesParte 3 (Lo tuyo, lo mío y lo nuestro)
Si la antigua Grecia nos heredó una idea de propiedad como virtud (ver parte 1) y el siglo XX una idea de vivienda como bien económico (ver parte 2).
El siglo XXI se ha caracterizado, entre otras cosas 👆, por el surgimiento de tecnologías que vienen a llenar un vacío organizacional. Esto nos permite ceder de manera temporal el uso de lo propio. Plataformas como Airbnb o Uber, son mecanismos que permiten a otros usar lo mío y vice versa, beneficiando a ambos.
Así estas StartUps cambian el paradigma del valor de lo propio. Ahora el valor no reside en la escasez, sino en la posibilidad de compartir.
Replanteando la necesidad de tener un auto o incluso una propiedad y permitiendo a individuos competir con grandes industrias como la hotelería o el transporte. 💪
Una industria que parece mantenerse inmune en este mar de StartUps es la inmobiliaria, que aun monopoliza la producción de vivienda colectiva en Chile.
Las barreras de entrada a ese mercado siguen siendo muy altas, ya sea por falta de know how o los altos capitales necesarios. Sin embargo, plataformas como Kickstarter han recaudado hasta USD $41 millones para proyectos únicos, por lo que lograr los montos necesarios no es imposible.
El mercado inmobiliario podría estar al borde de la próxima innovación.
URVANA ve una oportunidad en esta reticencia tecnológica.
Al igual que StartUps en otras industrias, buscamos organizar de manera más eficiente, procesos que ya son parte del mercado.
Poniendo a cada propietario, junto al corredor correcto, frente a la inmobiliaria ideal; para concretar una venta con información disponible para todos por igual. Aumentando la confianza entre las partes y la velocidad de las transacciones.
Pero sabemos que esto no es lo único.
Personalmente, como arquitecto, estoy profundamente preocupado por el deterioro en calidad de la vivienda nueva, sobre todo la vivienda económica. Estoy convencido de que quedan muchas oportunidades sin aprovechar en éste mercado.
Por ejemplo: Si consideramos que todo edificio que se ha vendido, lo ha hecho por más de lo que costó. Y de paso, que los propietarios finales en su conjunto deben haber tenido el capital para comprarlo (al menos con crédito). Podríamos suponer que organizar a estos dueños para construir el edificio para sí mismos, podría reubicar los incentivos que definen las características de la vivienda.🤯
Cuando el desarrollador es también el usuario, el producto suele tener mejor Product-Market-Fit, es decir, se ajusta mejor a las necesidades del mercado. ¡Esto es un mantra entre Startups!
Seguramente estás pensando:
Pero eso no tiene nada de nuevo, es una cooperativa de vivienda.
Y así es. Pero este formato de financiamiento que parece tan Old-School, aun no ha tenido una verdadera integración a las nuevas tecnologías.
Habrá que ver qué nos depara el futuro.